Cada día existen noticias sumamente raras y muchas de las veces únicas. Muchos de los jovenes dirán por que no me pasó a mi, pero en fin los afortunados de la suerte o la mala suerte como se quiera llamar no
es para todos.
Las leyes en cada país son diferentes, muchas de las veces estos casos terminan muy mal. Si bien las redes sociales como Facebook son una herramienta para acercarnos a quienes están lejos y un nuevo espacio
de interacción social, su uso plantea nuevos desafíos que deben no deben ser dejados de lado, sobre todo si esto involucra a los menores de edad.
La historia de Kathy Tompa caso tan lamentable como ilustrativo de esta problemática. Esta ciudadana estadounidense oriunda del estado de Georgia ha sido sentenciada a 15 años de prisión en mayo por acoso y abuso de menores luego de contactar al enamorado de su hija. La mujer y el menor de 15 años habían entrado en contacto a fines del año pasado e intercambiaron una gran cantidad de mensajes por medio de las redes sociales. La mujer posteriormente invitó al adolescente a pasar la noche en su casa mientras su esposo y su hija se encontraban de viaje.
Los padres del menor notaron que su comportamiento era extraño y que sus calificaciones escolares habían descendido de forma alarmante, por lo que optaron por negarle el acceso a su computadora. Tompa reaccionó comprando un celular al joven para seguir comunicándose con él a través de Facebook y Snapchat, hasta que finalmente fue descubierta. Además de la privación de su libertad, la mujer deberá pagar una multa y el tratamiento psicológico del menor. La única razón por que lo hizo fue para enseñarle como debía hacer el amor a su hija.
“Ella comenzó a tocarlo en la pierna, en la espalda, en los hombros, le daba consejos sobre cómo besar a su hija, cómo tocarla, cuál sería el momento apropiado para tocarle las nalgas, cuál sería el momento y la forma adecuadas para quitarle la camiseta”, mencionó la fiscal Heather Dunn.
La madre del joven aseguró que está muy enojada con Tompa, ya que “ella robó la inocencia de mi hijo, robó su niñez. Estoy enojada con ella y estoy enojada conmigo misma”.