Cada vez existe mujeres que se someten a tratamientos de fertilidad y de esta forma poder concebir hijos.
Muchas de las veces existen mujeres que eligen un donante de esperma y así poder procrear hijos.
Este es el caso de un médico de Indiana, Estados Unidos, quien admitió haber usado su propio esperma para inseminar a las pacientes de su clínica de fertilidad en los años 70.
¿Pero como pudo hacer esto?
Su material genético habría sido usado hasta 50 veces.
Donald Cline usó su s3men porque no tenía disponible ningún donante. En conversación con Fox59, el médico indicó que no buscaba ser el padre de los bebés así concebidos, sino que pretendía ayudar a familias “devastadas” por la imposibilidad de procrear.
Cline, de 77 años, confirmó los hechos en una declaración jurada, antes de negar “categóricamente” en una carta haber usado su propia muestra para la inseminación de sus pacientes.
Por ello, el médico retirado en 2009 fue acusado de obstrucción a la Justicia en el marco de una investigación por las quejas presentadas por personas nacidas por inseminación.
El escándalo se conoció cuando una de las hijas tomó una prueba de ADN y halló que estaba relacionada con al menos ocho personas en una base de datos.
Otros dos hijos que se enteraron de que sus madres fueron tratadas por Cline se sometieron a análisis y descubrieron que su ADN estaba relacionado con 70 familiares del médico.
Cline había prometido a sus pacientes que, en cumplimiento con las disposiciones legales, las muestras no serían usadas más de tres veces. Además, solía decir que los donantes eran estudiantes de medicina u odontología.
Es enfermante pensar que continuó con esas prácticas hasta la época en que tenía 70 años”, indicó uno de los hijos, durante una audiencia judicial.
Por su parte, una de las hermanastras aseguró que sólo le interesaba saber cuántos parientes tenía en la misma situación. “Quiero saber toda la verdad posible, pero en el fondo sé que nunca conoceré la realidad completa sobre cuántos somos“, añadió.
Por su parte, Alicia Nevins, quien recibió tratamiento por parte de Cline en 2002 y quedó embarazada,exigió al especialista que se someta a un examen de ADN para saber si era el padre de su hijo. “Debería pagar por el análisis a cualquiera que tenga dudas, porque él causó está situación”, afirmó a CBS
Pruebas de ADN indican que al menos ocho pacientes habrían sido inseminadas por Donald Cline en los años 70, pero sospechan que puede haber muchas más.
Preocupaciones éticas
“Hay claramente una vi0lación o preocupación ética”, dijo Steve Boreman, un abogado basado en California que enseña ética profesional a los médicos, a sus asistentes, enfermeras y farmaceutas que han “cruzado la línea” y por lo tanto deben tomar su clase por orden de un juez.
A parte del tema ético, las posibles repercusiones legales no son claras. Boreman, que no está involucrado en este caso, no hizo ningún comentario sobre un contrato invisible entre Cline y sus clientes, pero resaltó que cualquier paciente que se someta a un procedimiento médico debería firmar un consentimiento informado, y en este caso, los pacientes claramente no fueron informados completamente.
Cuando se le pregunto a Boreman si los hijos de Cline deberían demandarlo para que les devuelva el dinero o pidiendo apoyo para la manutención de hijos, el abogado dijo que no sabía.
Normalmente, cuando las personas se somete a tratamientos de fertilidad, firman documentos legales para eximir de cualquier responsabilidad tanto al donante como a la clínica, ya sea pidiendo apoyo u otras situaciones. Sin embargo, el contrato puede ser anulado cuando hay un acto de intervención criminal, dijo el abogado.
Considerando que Cline “incumplió su deber general de ser honesto y recto”, podría haber un argumento para determinar que “su acto criminal o cuasicriminal de engaño” podría anular cualquier protección para evitar la manutención de menores, según Boreman.
A pesar de que las demandas de paternidad pueden no ser claras, los asuntos legales podrían algún día tocar a los nuevos hermanos.
“Los hermanos actuales no tienen obligaciones con los otros, excepto si hay una voluntad inobjetable, las cosas podrían generar un conflicto”, añadió Boreman.